sábado, 27 de abril de 2024

Palencia y el Románico norte

Llevaba mucho tiempo queriendo viajar a Palencia, tierra de mi abuela Luisa y con un románico espectacular, así que nos decidimos a ir la semana del 1 al 4  de diciembre de 2023.

De camino paramos en San Juan de Baños (Venta de Baños) basílica visigótica fundada por Recesvinto en 661, la visita guiada cada 30 minutos y a puerta cerrada (2 euros)  es muy interesante y justo enfrente se encuentra la fuente milagrosa donde la leyenda dice que el rey, muy enfermo del riñón, bebió su agua y se curó y eso lo decidió a fundar la iglesia.

      

Seguimos el camino hacia Palencia capital, solo poco tiempo de camino al norte, pero pudimos disfrutar de los edificios modernistas de su calle Mayor porticada como el de la Diputación con una escalinata imponente, el Mercado de Abastos, el colegio de Villaldrando con un espectacular mosaico de Zuloaga en su fachada, el edificio Arroyo y Gallego, actual oficina de turismo, que era el estudio de uno de los más importantes arquitectos de la época etc.  

Visitamos la catedral de San Antolín, la segunda catedral gótica de España en tamaño fundada por Wamba en el 672. Conviene visitar la cripta de San Antolín, tiene los cimientos de la inicial iglesia visigoda y su continuación en románico. También se puede ver el pozo milagroso que actualmente se tiene que drenar porque inunda la iglesia y perjudica a los cimientos. En la capilla central detrás del altar, se encuentra la capilla del sagrario que alberga los restos de Dª Urraca, reina de Navarra y el sepulcro de Dª Inés de Osorio, a la que se acostumbra tocar su trenza para tener suerte en el amor o los estudios. Es una catedral para dedicarle mucho tiempo porque está llena de detalles espectaculares, En su fachada exterior se puede observar una gárgola reciente de una mujer fotógrafa.


 
Nos quedamos sin ver el convento de la Clarisas o el de San Francisco por estar cerrados. Comimos en un restaurante al lado de la Diputación: restaurante Goyanza un menú no demasiado caro. Bien.

 Seguimos de camino y paramos esta vez en Alar del Rey donde se inició el canal de castilla, se puede ver toda la canalización del río Pisuerga y las dársenas e incluso la mazmorra donde recluían a los maleantes.

Llegamos a nuestro destino Aguilar de Campoo. Nos alojamos en el hotel Rural Maison del Barón de la Galleta en Quintanilla de las Torres, al lado de Aguilar. El hotel muy bonito, cuidado y la atención estupenda, lo mismo que los desayunos.

Dimos una vuelta por Aguilar, pueblo famoso por sus fábricas de galletas (Gullón y Siro) accedimos al casco histórico por una de sus puertas que da acceso al barrio de la judería, la Puerta de Reinosa  y paseamos por sus calles porticadas en la plaza central, allí también se encuentra la Colegiata de San Miguel y muchas casonas como la casa de los siete linajes (sede inicial de las galletas Fontaneda) y otros palacios señoriales como el de los marqueses de Aguilar. En lo alto se puede observar el castillo y la Iglesia de Santa Cecilia.

Cenamos en el Perro de San Roque, un restaurante pequeñito pero con una cocina muy interesante.

2 de diciembre

Empezamos nuestra visita al románico visitando la Iglesia de Santa Cecilia de Aguilar, pero estaba cerrada y nos conformamos con el exterior. 

Posteriormente nos dirigimos al Monasterio de Santa Mª la Real, destrozado después de la desamortización y reconstruido en su mayoría, visitamos su imponente claustro y vimos un audiovisual sobre su historia, la reconstrucción se llevó acabo por Peridis. Interesantes capiteles aunque los mejores se encuentran en el Arqueológico. 

Nos dirigimos hacia Barrio de San Pedro donde pudimos ver algunos restos románicos de la Iglesia de San Andrés, cerrada, seguimos hacia el pueblo siguiente Barrio de Santa María, a ver la preciosa Ermita de Santa Eulalia, pequeñita en lo alto de un promontorio y con un ábside muy bonito, tiene pinturas en el interior que no pudimos ver al estar cerrada. Se puede concertar la visita de esta o otras iglesias con la Fundación Nartex (+34 616 520 509) 

Nuestra siguiente parada fue en Vallespinoso de Aguilar, un pueblecito de la montaña donde pudimos subir a ver la Iglesia de Santa Cecilia, afortunadamente el acceso era libre y pudimos ver su precioso pórtico esculpido y un interior austero con altar de piedra. La iglesia está construida a diferentes niveles en una peña y con restos de una muralla anexos.



Seguimos a Olmos de la Ojeda donde pagando una entrada de 4 euros pudimos ver la Iglesia de Santa Eufemia de Cozuelos o Cozoyos, actualmente de propiedad privada y tardo románico, la parte del altar y abside es románica y la nave gótica, sede de la orden de Calatrava y con un pequeño museo en el interior. El guía muy peculiar. 


Comimos en Alar del Rey en un bar-terraza llamado Vino y Rosas, comimos una buena morcilla y cecina.

Por la tarde fuimos a Santibañez de Ecla a ver el Monasterio cisterciense de San Andrés de Arroyo, habitado todavía por siete monjas que elaboran unos estupendos dulces ( los Raquelitos) y venden hortalizas. Se hace la visita con una de las monjas y lo más espectacular en el claustro con unas columnas muy elaboradas. Muy agradable.


Nos acercamos a Moarves de Ojeda donde pudimos ver el impresionante pórtico de la iglesia de San Juan Bautista. Con un friso con el pantocrátor en el centro y luego los doce apóstoles a ambos lados. Precioso y si le da el sol, más ya que la piedra está recubierta de un metal que le da un tono dorado.

Seguimos por la montaña palentina con un paisaje de rocas calizas, parte del Parque geológico de las Loras, impresionantes los macizos rocosos, llamados por la gente de la zona“ las tuerces”, alternados con planicies verdes de siembra.

 Nos acercamos a Santa María de Mave, iglesia de piedra rojiza que originariamente era también un convento y ahora es un hotel. La pena no poder verla por dentro ya que estaba cerrada. 

                                            

Domingo 3

Decidimos ir más hacia el norte esta vez. Paramos en Perazancas donde  se encuentran la Iglesia de la Asunción y la Ermita de San Pelayo, muy pequeñita y coqueta y con pinturas en su interior, pero hay que llamar para que te la abran.


Hacia la montaña palentina y pasando por valles preciosos llegamos a San Salvador de Cantamuda, es una iglesia de piedra rojiza con una imponente espadaña con campanario. Llamando te la abre un señor que no es guía. ( se deja un donativo) Tiene un altar con columnas y unos capiteles muy interesantes.



Nos dijeron que había una abadía más hacia arriba de la montaña, la Abadía de Levanza, es el último pueblo ya en la montaña. La abadía es un albergue escolar o para retiros en verano y es de tipo neoclásico, estaba cerrada pero el paisaje ganadero de la comarca de la Pernía merecía mucho la pena.

Bajamos la montaña hacia Cervera de Pisuerga y nos desviamos un poco hacia Verdeña porque hay una senda del Bosque fósíl, pero decidimos no ir por el mal tiempo y nuestra falta de equipación.

Ya en Cervera de Pisuerga visitamos sus calles porticadas y casas blasonadas, también entramos en la casa de parque natural de la montaña palentina dedicada al oso principalmente. Entramos a comer en un barcito donde estaban haciendo una “Olla ferrroviaria” (un guiso de patatas con carne y setas) que nos entonó el cuerpo porque hacía mucho frío. Comimos un menú en un restaurante del pueblo llamado La Parada, bien y abundante

Compramos los famosos “Socorritos” ( unos lacitos de hojaldre recubiertos de azúcar glasse o chocolate) en la confitería Uko donde se originaron, ya habíamos comprado los Raquelitos que son casi iguales en el monasterio. Parece que Raquel, la creadora se metió a monja en el monasterio de San Andrés del Arroyo y allí les enseñó a las monjas a hacer los Raquelitos, luego se tuvo que salir y con su hermano creo la confitería actual.

De vuelta hacia debajo de nuevo paramos en Catrejón de la Peña donde tienen una impresionante iglesia gótica y en la montaña o peña que hay en el pueblo se pueden ver las ruinas de lo que fue una explotación minera de carbón.

En el pueblo cercano de Pisón de Castrejòn se encuentra la iglesia de La Asunción del siglo XII, que mezcla románico y gótico, con un pórtico con friso muy parecido al de Moarves, pero este está protegido por un porche enorme del XVIII y es más gótico.

En Villanueva de la Torre se puede ver una Torre medieval y la iglesia románica de Santa Marina, la iglesia tiene unos capiteles interesantes, una talla de la virgen románica y sobre todo un campanario en su espadaña al cual pudimos subir porque tuvimos la suerte de toparnos con unos lugareños que tenían la llave y subían a arreglar algo del campanario.

Lunes 4 de diciembre

El lunes era nuestro día de partida y decidimos ir a ver algunas cosas que nos habíamos dejado, teniendo en cuenta que casi todo cierra en lunes.

Nos dejamos para otra vez ir a Cervatos, ya en Cantabria y de camino a Reinosa, es una iglesia con canecillos muy eróticos, parece ser. Tampoco vimos la Cueva de los Franceses, una gruta con estalactitas etc. y unos miradores muy espectaculares.

 
Lomilla: Vimos la iglesia de San Esteban, está en una loma en lo alto del pueblo y no nos pareció muy interesante.

Habíamos dejado el Eremitorio de San Justo y Pastor en Olleros de Pisuerga, una iglesia románica excavada en la roca que tenía muy buena pinta, pero los lunes y martes cierran.

La siguiente parada era Becerril de Carpio, donde había varias iglesias, vimos solo la de San Vicente, porque las demás no merecían demasiado la pena por su deterioro. 

Seguimos de camino hacia Carrión de los Condes, que nos defraudó un poco. Está en el camino de Santiago y lo primero que visitamos fue la Iglesia de Santa María del Camino, con una mezcla de estilos muy interesante. Vimos también la Iglesia de Santiago con su impresionante pórtico, pero estaba cerrada. Es un sitio para visitar de nuevo y más detenidamente.

 En Villalcazar de Sirga hay una impresionante iglesia de origen templario Santa María la Blanca, de enormes dimensiones parece que en su interior alberga sepulcros muy elaborados de príncipes e infantes castellanos. La vimos solo por fuera.


La siguiente parada fue en Simancas, donde vimos el archivo por fuera. Un edificio de estilo herreriano que fue palacio y que alberga el archivo histórico desde tiempos de Carlos I. Comimos en el asador Las Tercias bastante bien.

La última parada fue en Tordesillas para comprar polvorones El Toro y unas morcillas y volver a casa.

 Nos quedaron por ver bastantes cosas y sobre todo para otra vez dejamos la comarca del Cerrato, cuna del origen de mi abuela Luisa

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