Desde tiempos remotos a las mujeres se nos ha atribuido la tarea de tejer, hilar o coser. El hilado está presente en muchos mitos como el de Ariadna, Penélope, las Moiras y otros; tejer tiene mucho de terapéutico y de comunidad, las mujeres tendemos a agruparnos para tejer, aprendemos unas de otras y esos momentos nos contamos historias o vivencias, la atracción por el tejido pasa de generación en generación.
En la China antigua, siglo X más o menos, las mujeres tenían un lenguaje secreto, el Müshu, que transmitían de madres hijas y que consistía en bordar mensajes, pensamientos, poemas o sentimientos con una caligrafía cifrada en telas o en abanicos, se regalaban a las niñas y era algo solo de mujeres y para mujeres, esos abanicos las acompañaban toda su vida hasta la tumba y eran una comunicación secreta entre amigas.
Mi madre me enseñó a hacer "patas", como ella llamaba a los puntos altos o varetas, terminé una colcha de grannies que ella dejó sin acabar y siempre he hecho alguna cosa, pero ahora que tengo más tiempo puedo dedicarle un poco más e innovar tejiendo otras cosas y otras historias que aparecerán por aquí.
Pinchad en cada título para ver más información.
Mantel individual
En arpillera con el borde de ganchillo hecho con puntos altos en abanico y luego ondas con puntos altos dobles, acompaña un bolsillo para los cubiertos.
Llaveros de letras
Estos llaveros fueron un detalle para regalar en navidad.
Hechos en puntos bajos con hilo de algódón y con unos flecos para adornar.
La idea la tomé del canal de You Tube de Manos de crochet que tiene todas las letras.
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